Para 4 personas
Corta las bayas por la mitad y colócalas en un recipiente.
Cúbrelos con vino blanco hasta que queden sumergidos.
Déjalo reposar durante una semana, revolviendo diariamente y cubriendo el recipiente con un paño.
Cuece la mezcla durante una hora y pásala por un pasapurés o colador.
Añade el peso de azúcar equivalente al del puré más el jugo de limón por cada kilo de mezcla.
Se deja cocer durante unos 30 minutos y se pone en un frasco mientras todavía está caliente.