El queso Saint-Paulin es un queso blando con una corteza florida que se origina en la región de Basse-Normandie, en Francia. El queso Saint-Paulin está hecho de una leche de vaca entera pasteurizada. El queso Saint-Paulin tiene una forma redonda y plana, con una corteza florida roja y naranja, característica de la mayoría de los quesos floridos. Su masa es blanca y cremosa, con una textura cercana a la del BourSault. Tiene un sabor suave y ligeramente salado, con notas de avellana y hongo.