El diente de león crece en muchos lugares, especialmente en prados, campos y jardines, y es fácilmente identificable gracias a su espesa parte superior central y sus hojas en forma de diente. También tiene pequeñas flores amarillas doradas que aparecen en verano. El diente de león a menudo se considera una hierba mala, pero en realidad es muy útil para la salud. Sus hojas, flores y raíces son comestibles y ricas en nutrientes, especialmente en vitaminas y minerales. A menudo se usan en ensaladas, sopas y tés de hierbas, y tienen muchos beneficios para la salud, especialmente para la digestión y el sistema inmunitario. El diente de león también se usa en la medicina tradicional para aliviar los dolores de cabeza, el insomnio y los problemas de la piel. También se usa para tratar los trastornos de estreñimiento y digestivos en general, gracias a sus propiedades diuréticas y laxantes.