El té verde tiene un color más claro y un sabor más frío y suave que el té negro, que es el tipo de té más común. El té verde es rico en antioxidantes, especialmente en catequinas, lo que puede ayudar a proteger las células celulares del daño causado por los radicales libres. También se ha asociado con numerosos beneficios para la salud, como reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y ciertos tipos de cáncer.