El hongo del pie de la oveja tiene la forma de un sombrero marrón o grisáceo carnoso, con un pie blanco y grueso. Generalmente crece en bosques, prados y jardines, y a menudo está presente al final del verano y principios del otoño. El hongo del pie de oveja es muy fácil de cocinar y se vuelve bien con muchos otros ingredientes. Puede asarlo, saltearlo, asarlo en el horno, cortarlo en rodajas y fríelo, o incluso comerlo crudo en una ensalada. Va bien con verduras, carne, pasta y hierbas frescas. El hongo del pie de oveja también es una excelente fuente de nutrientes, que incluyen B y D, vitaminas de potasio y cobre. Es un alimento bajo en calores, lo que lo convierte en una opción saludable para aquellos que desean perder peso o simplemente comer más equilibrado.